La linfa es un líquido más o menos transparente que nace a nivel de los capilares linfáticos y que discurre por los vasos cada vez más grandes y profundos hasta llegar al canal torácico, donde se une a la circulación cardíaca por el ángulo yugular, en la esquina inferior izquierda. A lo largo de su recorrido, los ganglios linfáticos, que son verdaderas centrales depuradoras, filtran el líquido con una ratio de renovación de entre 2 y 3 litros al día. La red linfática es paralela al sistema venoso y se distribuye entre la red profunda (20 %) y la red superficial (80 %). El número de ganglios y de colectores varía en función de la persona, lo que se traduce en enormes disparidades en términos de capital linfático.

 

DEFINICIÓN

Un linfedema es el resultado de la incapacidad, más o menos momentánea, del sistema linfático para evacuar fluidos y macromoléculas sobrantes (proteínas) presentes en la matriz extracelular. Un incremento rápido de la presión local conlleva la activación de mecanismos biológicos que implican un aumento del volumen de los tejidos de una o varias partes del cuerpo, así como modificaciones tanto subcutáneas como por encima de la piel. Esta patología afecta, en particular, a las extremidades, si bien también se extiende al tronco, los órganos genitales, los senos y el rostro. Es una patología evolutiva y crónica que supone una importante discapacidad funcional y psicológica que altera la calidad de vida tanto personal como profesional.

Existen dos tipos de linfedemas: los linfedemas primarios, cuyas causas son intrínsecas, y los linfedemas secundarios, de causas extrínsecas. El segundo tipo es el más habitual y se desarrolla, sobre todo, a consecuencia de tratamientos por radioterapia y cirugías oncológicas, independientemente del tipo de cáncer. También puede darse a raíz de una insuficiencia venosa crónica en estadio de evolución y por obesidad. La vida sedentaria y la falta de cuidados debido a la imposición de restricciones han agravado los problemas de insuficiencia venosa crónica y obesidad, que son los factores que dan lugar a grandes linfedemas.

Un linfedema es el resultado de la incapacidad, más o menos momentánea, del sistema linfático para evacuar fluidos y macromoléculas sobrantes (proteínas) presentes en la matriz extracelular. Un incremento rápido de la presión local conlleva la activación de mecanismos biológicos que implican un aumento del volumen de los tejidos de una o varias partes del cuerpo, así como modificaciones tanto subcutáneas como por encima de la piel. Esta patología afecta, en particular, a las extremidades, si bien también se extiende al tronco, los órganos genitales, los senos y el rostro. Es una patología evolutiva y crónica que supone una importante discapacidad funcional y psicológica que altera la calidad de vida tanto personal como profesional

La Sociedad Internacional de

Linfología identifica tres estadios:

■ Estadio I:

Edema fluctuante. Disminuye en posición inclinada o con el reposo.

■ Estadio II:

Edema estable. Muy poco depresible. Modificaciones cutáneas con aparición de fibrosis cutánea.

■ Estadio III:

Edema elefantiásico con graves problemas tróficos (vesículas, papilomatosis)

 

El linfedema se compone de fluidos libres, de «gelatina» (agua polimerizada y colágeno) y de tejido graso sobrante. La edad, la localización y la composición son algunos de los múltiples factores que dan lugar a edemas clínicamente distintos, donde un buen diagnóstico clínico es clave para garantizar un tratamiento óptimo.

Desde un punto de vista clínico, todos los edemas son distintos. Por lo tanto, hay que saber entenderlos de distintas maneras. Es indispensable que en la formación universitaria en fisioterapia se enseñe a diferenciar un edema vascular de un edema linfático mediante el interrogatorio, la inspección y la palpación, para poder así evaluar su color, temperatura y textura. Los edemas vasculares, causados por una torcedura o un traumatismo, se pueden reducir tratando su origen: cuando se cure la torcedura, el edema desaparecerá de forma natural. Sin embargo, para los linfedemas de verdad, se requieren técnicas de tratamiento específicas. Cuando un linfedema se calienta o enrojece, puede ser un síntoma de infección —la dermohipodermitis—, que es una urgencia médica con tratamiento antibiótico.

 

EDEMA VASCULAR:
Color rosáceo / oscuro
Temperatura +/- calor
Flexible / líquido
Pesadez, parestesias, quemadura, prurito
Reversibilidad del edema

LINFEDEMA:
Sin coloración alterada
Temperatura idéntica a la del cuerpo
Dolor raro, tensión sorda, pesantez
Reversibilidad incompleta, tendencia a la fibrosis rápida

 

TRATAMIENTO

En la práctica real, los pequeños linfedemas pueden tratarse en consultas privadas (drenaje, vendajes, ejercicios y autocuidados). Sin embargo, los linfedemas más grandes requieren un tratamiento hospitalario intensivo (de 5 a 10 días) por parte de un equipo especializado o curas termales (¡para sensibilizar a los pacientes!), con derivación ulterior a una consulta privada. La intervención de los servicios hospitalarios expertos no se entiende sin la presencia de profesionales liberales especializados que prosigan con el trabajo, dado que el linfedema es crónico y necesita un tratamiento continuo.

El tejido graso del linfedema puede parecerse al tejido graso de alguien que padezca una sobrecarga grasosa (salvo determinados edemas genéticos). Una vez se reducen las partes fibrosas y líquidas cabe plantearse la liposucción.

La evaluación inicial permitirá priorizar las técnicas, porque no se trata igual un linfedema muy líquido que uno fibroso o grasoso. En determinadas zonas, no basta con el tratamiento manual del fisioterapeuta. La evaluación debe hacerse con carácter global, funcional y no focalizada en la zona del linfedema. En ella habrá que identificar el historial de vida, las patologías asociadas y los problemas articulares o musculares inherentes.

 

El tratamiento fisioterapéutico se divide en dos fases:

Una fase de terapia descongestiva-intensiva (TDI):

Cuidados de la piel
Drenaje linfático manual
Presoterapia en mayor o menor grado según la localización del edema
Aplicación de vendajes reductores multicapa
Ejercicios físicos adaptados por encima de los vendajes

 

El objetivo de la terapia TDI es reducir el volumen. Sin embargo, hay que tener en cuenta los prejuicios estéticos, la imagen de uno mismo, las complicaciones infecciosas o dermatológicas, la higiene vital (sobrepeso), los tratamientos ortopédicos, las afecciones asociadas, etc. La información, el apoyo por parte de asociaciones como la AVML (Asociación francesa Vivir Mejor con el Linfedema: https://avml.fr/) y la educación terapéutica del paciente son indispensables para recuperar rápidamente la autonomía.

 

Fase de fisioterapia de mantenimiento:

Equipos de órtesis de compresión durante el día (implica la toma de medidas por parte de un farmacéutico ortopeda)
Ropa de noche de movilización
Autocuidados esenciales: drenaje y vendaje aplicados por el propio paciente o con la ayuda de un tercero

 

EL DRENAJE
Actualmente, los expertos no son muy partidarios de trabajar un linfedema con suavidad. Hay que aumentar considerablemente la presión durante las maniobras de drenaje mediante movilizaciones tisulares mejor adaptadas:

Maniobra del paño secante para tratar la piel desenrollando la mano y el codo.
Maniobras antifibrosas: a base de estiramientos pulpares, tracciones directas u opuestas, torsiones y enrollamientos.
Técnica «Fill and Flush» (Jean Paul BELGRADO): método de relleno y vaciado de los colectores linfáticos superficiales.

 

De forma complementaria a las maniobras manuales, se pueden utilizar distintos equipos, como la presoterapia con material desfibrosante, la vacuoterapia y los tratamientos endermologie en las partes grasas y fibrosas del edema, a fin de optimizar los resultados, a la par que se protege el bien más preciado del fisioterapeuta, esto es, ¡sus manos!
En caso de insuficiencia cardíaca hay que tener mucho cuidado. El tratamiento debe hacerse de forma progresiva para evitar una descarga demasiado alta de linfa en la zona del corazón.

El trabajo del fisioterapeuta consiste en mejorar la troficidad cutánea y subcutánea para mejorar el drenaje por todos los medios, transformar el estado del tejido e impedir que evolucione a un estado de mayor gravedad. En Francia, la asistencia de un fisioterapeuta liberal en el ámbito del linfedema es esencial. Los terapeutas deben imponerse un alto nivel de exigencia en términos de conocimientos expertos, formarse constantemente y, sobre todo, mantenerse en una excelente forma física. El fisioterapeuta desempeña un papel central, si bien el paciente también debe mostrarse activo durante el tratamiento.

 

UN LUGAR PARA TRATAMIENTOS endermologie®

  • MARTVONNE CHARDON

«Durante años cerré la puerta del hospital a LPG® pensando que no era el lugar que le correspondía. Creo que tampoco me lo habían explicado bien. Hoy lo lamento, porque trabajo con fisioterapeutas, como Ingrid y Christine en Toulon, que me han enseñado a trabajar una fibrosis y un edema grasoso con este aparato. Y, todo ello, sin dañar el tejido que se está tratando. He descubierto algo que nadie antes me había mostrado y os aseguro que con esta técnica me habría ido mucho mejor con la artrosis que padezco en los dedos, el codo y los hombros. Reconozco que me equivoqué, y ahora me pregunto por qué no nos dejamos ayudar en el momento en que necesitamos el tratamiento, sobre todo por la textura que palpamos con los dedos, con un equipo y unos profesionales que lo dominan a la perfección»

  • INGRID LANNO

«Durante años se creyó erróneamente que con el Cellu M6® nos limitábamos únicamente al drenaje linfático. En realidad, los tratamientos endermologie® con el Cellu M6® no sustituyen el drenaje linfático manual, pero sí que ayudan a tratar determinadas zonas muy fibrosas o grasas. Los tratamientos endermologie® deben utilizarse en momentos concretos de nuestra acción durante el drenaje linfático manual, cuando nos encontramos con bloqueos de cicatrices. Yo, que utilizo enormemente mi Cellu M6®, lo uso poco durante las sesiones, trabajo mucho con las manos. Por el contrario, en todas las zonas más duras y rígidas, confieso que a partir de la décima paciente del día mis pobres manitas no aguantarían si no fuera por esta herramienta. Nuestras manos sienten, palpan, tocan, están siempre en acción.

endermologie® es, sin duda, un complemento, una herramienta que nos ayuda en muchos aspectos, aunque no sustituya las manos. Además de ayudar a conservar las manos de los fisioterapeutas, endermologie® surte un efecto reconocido en los tejidos gracias a la mecanobiología, una acción en los tejidos mediante la mecanización y unos ajustes muy específicos. La estimulación propicia la reacción de las células —fibroblastos, células endoteliales y adipocitos— con efectos demostrados en el dolor, la circulación, la fibrosis y la producción de ácido hialurónico, colágeno y elastina.

Los tratamientos endermologie® permiten mejorar la troficidad del tejido e invertir el círculo vicioso edema-fibrosis. La estimulación mecánica permite acceder a las distintas capas de la piel (dermis, epidermis e hipodermis). En función de los ajustes empleados (frecuencias, número de ciclos, potencia de succión…) y de los cabezales de tratamiento utilizados, la acción será más o menos profunda: con un linfedema muy líquido debemos permanecer en la superficie, mientras que con un linfedema fibroso hay que ir a mucha más profundidad, e incluso más con los linfedema grasosos.

Todos estos parámetros se pueden regular en todo momento. Una movilización suave permitirá trabajar los tejidos más frágiles. Según una opinión recibida sobre endermologie®, la potencia de succión puede ser perjudicial para el sistema circulatorio. En realidad, la mecanización del tejido es más importante que la mera succión. La succión sirve para poder tomar un pliego cutáneo y mecanizarlo. La técnica es precisa y reproducible, contrariamente a las manos, cuya eficacia disminuye a lo largo del día y varía en función del paciente. Con una formación especializada, se puede utilizar el dispositivo de manera muy precisa».

Ver más noticias

Aviso legalPrivacy policy – Cookies © LPG SYSTEMS 2023