Las células de nuestro organismo son el escenario de un complejo conjunto de acontecimientos bioquímicos que se producen sin cesar. Las células reciben información del exterior que transforman en respuesta biológica. Es lo que se conoce como la transducción de la señal o de la información. Cuando se trata de información mecánica, hablamos de mecanotransducción.
Sean cuales sean las condiciones fisiológicas o patológicas, las fuerzas mecánicas son capaces de estimular las numerosas células y modificar la producción de distintos compuestos celulares: las proteínas de la matriz extracelular (colágeno, elastina, etc.), los factores de crecimiento, los factores de inflamación, los encimas del deterioro…

La acción de fuerzas mecánicas ha sido un amplio objeto de estudio «in vitro» y, en especial, los fibroblastos, los queratinocitos o las células endoteliales (las células de nuestros vasos sanguíneos). A través de la estimulación mecánica se puede incrementar la capacidad de proliferación de los fibroblastos mediante un aumento de la síntesis del ADN y que cuando se deje de estimular, la síntesis del ADN se pare. Esta estimulación induce la transformación del fibroblasto «normal» en fibroblasto «segregador» con un aumento de la síntesis de colágeno y la inhibición de los encimas que lo deterioran.

Asimismo, las células endoteliales son sensibles a las tensiones mecánicas que ejerce el flujo sanguíneo. Cualquier variación en dichas tensiones se traduce en modificaciones funcionales y estructurales de los vasos. La presión sanguínea ejerce una tensión de pared en las células endoteliales, hecho que provoca la liberación de los factores de crecimiento y la migración y proliferación de estas células.
De este modo, los mecanismos de mecanotransducción a nivel de la célula desempeñan un papel fundamental en la remodelación de los tejidos y su funcionalidad.

El movimiento es vida, y aquí tenemos otra prueba de ello. Sin embargo, cuando falta un poco de movimiento, nuestros tejidos a veces necesitan un «empujoncito» para volver a ponerse en marcha. Las limitaciones de la vida, una enfermedad, un accidente, la fatiga pasajera, el envejecimiento, las ganas de vernos bien: a menudo, la transducción se ve alterada o ralentizada. Fibrosis, estasis, sobrecarga… ¡Son muchos los momentos en que nuestras células esperan el «empujoncito»!

CUANDO LAS CÉLULAS

NECESITAN INFORMACIÓN PARA

FUNCIONAR CORRECTAMENTE

endermologie® SE LA DA.

Cuando nuestras células necesitan información para funcionar correctamente, endermologie se la da, porque genera una mecanotransducción sana, fisiológica y adecuada. El proceso de mecanotransducción, inducido por la estimulación mecánica exclusiva de LPG, desencadena reacciones celulares allá donde hay un déficit o un exceso. Estas reacciones dan lugar a nuevos procesos moleculares que conducen a la restauración de las propiedades mecánicas de los tejidos necesarias para alcanzar nuestros objetivos vitales: gozar de una mejor salud, hacer deporte sin riesgos, disfrutar del ocio, sentirnos bien en nuestra piel, ¡Vernos bien! Todos estos resultados han sido demostrados en los numerosos estudios realizados por el grupo LPG en salud, belleza, deporte y bienestar:

 

Eliminación del adipocito                                        Secreción del fibroblasto
Organización de la matriz extracelular               ■ Aceleración del flujo sanguíneo
Aumento del caudal linfático                                Desestructuración de la fibrosis
Control de inflamaciones                                        Eliminación de toxinas, etc.

Endermologie® actúa en los tejidos igual que un interruptor de luz: enciende o apaga, estimula o calma, refuerza o relaja. El tejido conjuntivo, el tejido epitelial, el tejido muscular y el tejido nervioso: todos ellos se benefician de nuestra terapia.
A modo de recordatorio, la mecanobiología es la ciencia que estudia la influencia de las fuerzas mecánicas en los tejidos biológicos como la piel y los huesos, pero también las células.


FUENTES:

■ Evidencia de las modificaciones cutáneas inducidas por la técnica LPG® mediante el análisis de imágenes. D. INNOCENZI, A. et al. DermoCosmetologia Anno II, N°1 – Gennaio/Marzo 2003; P. 9-15.

■ L’autre thérapie tissulaire. Jocelyne ROLLAND. Health News LPG 2006.


 

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